Direcciones de la luz. La dirección de la luz interviene de forma decisiva en el registro de imágenes, sobre todo si se utiliza luz directa. Luz frontal. Proporciona información de todas las superficies visibles del motivo, pero, al eliminar sombras, le resta volumen y textura. La luz lateral. Aporta la sensación de volumen y aumenta la textura se acentúan las arrugas del rostro. El contraluz. Destaca la silueta, la forma global del motivo, que destaca del fondo por el efecto del halo luminoso que le rodea. La luz cenital o alta. Es una luz poco habitual por crear sombras inadecuadas que exageran ojeras y arrugas. Se utiliza para empequeñecer o deprimir al personaje. La luz baja. En contrapicado, produce la inversión de las sombras, alargándolas y provocando un efecto fantasmal y amenazador.